Por: ALBA-movimientos/Caminos
Con una mística de clausura que tuvo el doble significado de celebrar la histórica victoria contra el ALCA a una década de la Cumbre de Mar del Plata como un acumulado de las resistencias de los pueblos en América Latina y el Caribe, y el intercambio entre luchadores y luchadoras otra vez en La Habana, Cuba, culminó en la noche de este domingo el Encuentro Hemisférico Derrota del ALCA 10 años después, que sesionó entre el 20 y 22 de noviembre.
En representación del apoyo cubano al caminar de los pueblos latinoamericanos y a sus luchas, José Ramón Balaguer, miembro del Secretariado y Jefe del Departamento de Relaciones Internacionales del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, habló a los líderes y líderesas, integrantes de movimientos y organizaciones populares participantes en el evento.
“La victoria del ALCA es una batalla que simboliza el cambio de época en América Latina”, dijo Balaguer quien recordó las palabras de Fidel, al inicio de los noventa, en el momento de la “crisis más dura para las fuerzas populares, debido a la caída del campo socialista” cuando avizoró que “una época nueva vendría, una nueva ola progresista”.
Hizo el recuento del resurgir de esta ola de lucha en las resistencias genuinas a lo largo del decenio y la concreción de cambios a partir de la revolución bolivariana liderada por Hugo Chávez, las victorias electorales de Luis Inácio Lula da Silva en Brasil, Néstor Kirchner en Argentina, Evo Morales en Bolivia, Rafael Correa en Ecuador, Daniel Ortega en Nicaragua, Fernando Lugo en Paraguay, del Frente Farabundo Martín de Liberación Nacional (FMLN) en El Salvador. Sobre Cuba, mencionó la resistencia de su pueblo que “sufrió calamidades económicas y el terrorismo, pero no nos rendimos”.
Sin embargo, expresó “creemos que la falta de unidad sigue siendo la causa de no haber logrado revertir la ofensiva imperialista en todo el continente. Solo la unidad puede llevarnos a escalones superiores en nuestras luchas.” En ese sentido, llamó a trabajar por la unidad y la convergencia en medio de la diversidad; concebir una estrategia que trascienda los procesos electorales y reafirme el protagonismo y la participación de los sectores populares “para mantener bien alto los niveles de activismo y profundizar los cambios ocurridos en nuestros países”, y exhortó a acabar con vicios como el verticalismo, el burocratismo, los personalismos. “Más unidos seremos invencibles”, afirmó Balaguer.
Con respecto al actual momento de Cuba explicó que hoy se sigue construyendo un socialismo próspero y sustentable, donde se trata de elevar los niveles de bienestar del pueblo y crear las condiciones económicas necesarias para hacer irreversible nuestro socialismo”. Si bien en esta etapa se han normalizado las relaciones bilaterales con Estados Unidas, no será realmenete posible “mientras exista el bloqueo, un pedazo de tierra ocupada como lo es la base naval de Guantánamo, planes subversivos contra la revolución, apoyo a la contrarevolución interna; hasta que no exista un acuerdo por los daños de las políticas agresivas en 5 décadas”, enfatizó el representante del PCC. Asimismo dijo que Cuba continuará su compromiso de apoyar las luchas por la soberanía y la justicia social en todo el continente.
En el acto de clausura se dio a conocer el documento final que recoge el consenso de los debates de estos días. Se afirma que la movilización popular sigue siendo un camino a potenciar; se reconoce la integración desde los pueblos como un proyecto a profundizar, mientras siguen siendo referente procesos como la Unasur, el Alba, la Celac, que “ensanchan el camino hacia una verdadera integración y donde se deberá disputar los sentidos y la participación popular”.
El texto se pronuncia contra el militarismo y la criminalización, por el retiro de las bases militares, por que América Latina y el Caribe sea una región de paz, por una paz con justicia social para Colombia, por el retiro de las tropas de la MINUSTAH de Haití. Entre los ejes para la articulación amplia, diversa y plural que se señalan se encuentran: lucha contra libre comercio y transnacionales, la integración desde los pueblos, el respaldo a los procesos de cambio en América Latina, la comunicación como proceso de construcción colectiva, la solidaridad como práctica cotidiana.
“Salimos fortalecidos del reencuentro”, reafirma el documento, que define una agenda común: “profundizar debates en nuestros países, reunirnos en un siguiente encuentro en La Habana, realizar una acción conjunta contra el libre comercio y las transnacionaes el 4 de noviembre del 2016.
En el acto se leyeron declaraciones de apoyo al proceso bolivariano y por el retiro de las tropas de las MINUSTAH de Haití, que son un paso más hacia la convergencia de las diversas luchas.
Convocado por el capítulo cubano de movimientos sociales hacia el ALBA y otras organizaciones cubanas, el evento contó con la presencia de líderes cubanos entre ellos, Teresa Amarelle Boué, miembro del Comité Central del PCC y secretaria general de la FMC Felix Alberto Collazo, presidente de la asamblea municipal del poder popular de Habana del Este, Fernando rojas, viceministro de cultura, entre otros y otras.